SEAMOS SERIOS, SEÑORES: QUÉ REPRSENTA LA CORONA

Vacía de contenido real, sin poder de decisión e hipotecada por el poder político, la Corona mantiene y preserva el triunfo de este sistema de democracia inorgánica, ilegitimo en su aspecto de iure, además de por su falseamiento de facto, que es un reparto fabuloso del poder entre la propia Corona, el Gobierno de la nación, el Parlamento (Congreso y Senado), diecisiete gobiernos y diecisiete parlamentos de Comunidades Autónomas, y más de 8.000 ayuntamientos.

    En definitiva, a una España sin Estado y encorsetada por su convergencia en la Europa de los mercados mediante el tratado de Maastrich diseñado en todos sus extremos por una recua de masones a los que dirigía el antifranquista, colaborador de ETA y megalómano Valery Giscard d´Estaig, imputado en el escándalo "Boulin" (los diamantes de su amigo Bokassa), que terminó comprándose un castillo por ver de seducir a la princesa Diana a la que este viejo verde e impotente confundió con una golfa porque le había sonreído en una recepción.