ZAPATERO, O LA PERCEPCIÓN DEL MAL

 La imagen de un Zapatero con la toga como miembro del Consejo de Estado no deja de producir inquietud por cuanto si hay algo que le define es por ser un experimentado radical y haber sido un gobernante sectario. Con todo, ahí le tenemos, sin méritos suficientes y simple prerrogativa.

    Zapatero retiró a nuestras tropas de Irak abandonando a nuestros socios y creando un problema muy grave de seguridad al resto de los ejércitos que se quedaban. Zapatero negoció con ETA, incluso cuando ejercía oposición a Aznar, aceptando todos los chantajes de la banda marxista. Zapatero apoyo el programa secesionista de Cataluña. Zapatero amplio la ley del aborto, incluso para las menores sin el conocimiento de sus padres. Zapatero articuló la Ley de Ciudadanía como instrumento de dominación, la de Memoria Histórica como instrumento de lucha política y la del Matrimonio entre homosexuales y lesbianas como instrumento de poder.

    La imagen de un Zapatero con la toga como miembro del Consejo de Estado no deja de producir inquietud, por cuanto cada vez es más difícil para la sociedad española saber dónde está el mal. Sobre todo porque este ser, Zapatero, tiene el beneplácito de la Corona. De ese mismo personaje, Juan Carlos I, que se arrodilla ante el Papa.

    Vivir para ver, que decían los antiguos.