BOTÍN
La verdad es que tiene
la misma cara que el porquero que conocí este verano en Jaén. La misma. Y a mí
personalmente siempre me ha resultado inquietante, a pesar de haberme quitado
las comisiones, aunque estoy seguro que por otro lado las habrá sacado. Y con
creces. José Antonio, que no era hombre de fijaciones iconoclastas, tuvo una
única y personal fijación: que se debería ahorcar a Juan March por lo que era,
había hecho y pretendía seguir haciendo. Yo todavía no he llegado a tanto con
Botín, seguro que porque no se lo merece y seguro, también, porque no llego a
la capacidad del maestro. De cualquier forma, modo o manera, Botín, que se
libró de un pleito, que apoyó a Zapatero y que es causante principal de la crisis,
se nos muestra y demuestra hoy con el mismo talante de siempre. De ahí que el
calificativo que le convenga sea el de fabulador.
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