Jacques
Chirac: la condena de un sinvergüenza
Con una cara cada vez más grande y holgada, surcada por arrugas gruesas y una mirada perdidamente altiva, el ex Presidente de la República de Francia, el mismo que derrotó en 2002 con el apoyo de todos los partidos políticos a Jean Marie Le Pen, se va de rositas porque como también pasa por estos lares está afectado del mal de la memoria: No sabe, no contesta.
Resulta que el Ex
incumplió el deber de honradez que tienen que cumplir los responsables
públicos, que es una bonita forma de disimular los cargos probados del
delincuente público número uno Jacques Chirac: malversación, apropiación y
abuso de confianza con el pueblo.
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