jueves, 3 de agosto de 2017

JUAN CARLOS I REY Y J.R. GARCÍA HERNÁNDEZ POLÍTICO



Para llamar la atención, corregir, advertir, apercibir, rectificar y educar se necesita autoridad moral y estilo si queremos tener algún resultado, aunque éste no sea ni definitivo ni contundente, que ya sabemos que el asilvestrado es díscolo y hasta encarado, y necesita también palos.
    Su Majestad Juan Carlos, y en un acto de gran calado y repercusión internacional, cansado de las monsergas y de la falta de principios del mono Hugo Chávez, no tuvo reparos en rectificarle, y además de forma directa y contundente, decir que se callará y que escuchará lo que se estaba diciendo para de esta forma tratar de comprender algo, si no todo. Un comportamiento que los pusilánimes y los correctos entendieron como que el Rey estaba cabreado por algo o por alguien, pero que la inmensa mayoría agradecimos muy de veras.
    Por ende, J.R. García Hernández, a la sazón Secretario Ejecutivo de RRII del PP, sin la autoridad moral ni el estilo del Rey Juan Carlos, y además desde su casa, insta al mono Maduro a la inmediata liberación de los opositores encarcelados. 
    Hablamos de dos comportamientos que aun pudiendo ser asimilados son completamente distintos, y no ya por quien los protagoniza, sino, sobre todo, porque para domar a los monos se necesita autoridad moral y estilo. Lo demás son gajes del oficio por el que se cobra.